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REACCIONES DE ESTRÉS TRAUMÁTICO / SÍNTOMAS DE ESTRÉS TEPT EN NIÑOS
Conozca Más Sobre Lesiones y Trauma
¿Cuándo debo preocuparme?
Preocupaciones acerca de cómo el resto de la familia está manejando la situación
Por qué sucede:
Cuando su hijo sufre una lesión, hay muchas cosas a las que usted, como padre, tiene que hacer frente. Es normal que los padres sientan estrés y se preocupen por el futuro. Muchos padres también sufren algunas reacciones de estrés traumático durante las primeras semanas. Si no mejoran en aproximadamente un mes, puede ser síntoma de un problema que requiera atención.
¿Es esto un problema?:
Han durado más de un mes estos sentimientos? ¿La preocupación por su hijo le impide concentrarse, dormir lo suficiente o volver al trabajo u otras actividades?
Por qué sucede:
La lesión puede afectar a toda la familia. Cuando un niño se sufre una lesión o está en el hospital, los hermanos puede estar preocupados,
¿Es esto un problema?:
Puede notar que sus otros hijos no le prestan atención o que están angustiados o preocupados.
Hiperexcitación: Sentirse ansioso o nervioso
Por qué sucede:
Es normal estar en estado de alerta después de que sucedió algo que da miedo. Esta es la forma en que aprendemos a mantenernos a salvo de las cosas que son realmente peligrosas.
¿Es esto un problema?:
¿Son muy fuertes los sentimientos de «estar en guardia» ante un peligro potencial? ¿Se siente su hijo así durante mucho tiempo? ¿Está haciendo que sea más difícil volver a hacer las cosas que solía hacer?
Por qué sucede:
Una experiencia aterradora puede desencadenar una respuesta exagerada de sobresalto físico que puede tardar algún tiempo en desaparecer
¿Es esto un problema?:
¿Se siente su hijo tan nervioso que le resulta muy difícil relajarse? ¿Está afectando el sueño o su capacidad de concentración?
Por qué sucede:
El estrés y los cambios pueden provocar frustraciones para los niños que han sufrido lesiones. Sentirse nervioso todo el tiempo, estar cansado o sufrir dolor puede hacer que cualquier persona se enfade fácilmente. Algunas lesiones en la cabeza pueden provocar cambios en la capacidad para controlar las emociones o el comportamiento (asegúrese de preguntar al médico de su hijo lo que puede esperar)
¿Es esto un problema?:
¿La irritabilidad hace que a su hijo le sea difícil relacionarse con la familia o los amigos? ¿Hay gran cambio en la personalidad habitual de su hijo?
Por qué sucede:
A veces puede ser difícil prestar atención cuando estamos bajo mucho estrés, nos sentimos muy nerviosos o estamos en guardia, o nos viene a la mente lo que sucedió. Algunas lesiones en la cabeza pueden provocar problemas de concentración (asegúrese de preguntar al médico de su hijo qué puede esperar).
¿Es esto un problema?:
¿Le resulta difícil a su hijo concentrarse en las tareas escolares o tiene problemas para participar en otras actividades o deportes?
Por qué sucede:
Algunos problemas de sueño tras una lesión son una reacción temporal a las interrupciones en el horario y las rutinas de su hijo. Pero los problemas de sueño pueden empeorar por el dolor de la lesión, o por las preocupaciones y pensamientos que hacen que le sea difícil relajarse.
¿Es esto un problema?:
¿Tiene problemas su hijo muchas noches para conciliar el sueño o para permanecer dormido? ¿Su hijo tiene miedo de dormir solo?
Evitación: Mantenerte alejado de los recordatorios
Por qué sucede:
Después de que ocurre algo aterrador, los recordatorios de lo que pasó nos pueden hacer sentir muy ansiosos y es posible que empecemos a evitar esas cosas.
¿Es esto un problema?:
Evitar los recordatorios, ¿provoca que su hijo no haga cosas (seguras) que de otro modo sería capaz de hacer, o que no disfrute de las actividades, incluso si consigue hacerlas?
Por qué sucede:
Una manera de enfrentar las experiencias de miedo abrumador es «cerrar» nuestras emociones durante un tiempo. Los niños pueden sentirse un poco más deprimidos o estresados cuando tienen que manejar una gran cantidad de cambios después de una lesión.
¿Es esto un problema?:
¿Parece que su hijo ha dejado de disfrutar de una gran cantidad de las cosas que le solían gustar? ¿Parecen tristes o reservados o como si sus sentimientos estuvieran «cerrados» la mayor parte del tiempo?
Por qué sucede:
Una manera de enfrentar las experiencias de miedo abrumador es «cerrar» nuestras emociones y no sentirnos cercanos a otras personas durante un tiempo. A veces otras personas hacen que recordemos lo que pasó o cómo han cambiado las cosas.
¿Es esto un problema?:
¿Parece que a su hijo le resulta muy difícil sentirse relajado y cercano a los amigos y a la familia en la que generalmente confía y con la que lo pasa bien?
Por qué sucede:
Todo el mundo necesita a veces dejar de pensar o hablar de una experiencia aterradora. (Y puede haber momentos en los que usted esté listo para hablar pero su hijo no.)
¿Es esto un problema?:
¿Parece que su hijo nunca quiera pensar o hablar de ello con nadie, o hablar de ello hace que se enfade mucho?
Por qué sucede:
Después de que ocurra algo que da miedo, podemos tener miedo de las cosas que nos recuerdan lo sucedido.
¿Es esto un problema?:
¿Están provocando los miedos que su hijo no haga cosas (seguras) que de otro modo sería capaz de hacer o que no disfrute de las actividades, incluso si consigue hacerlas?
Otras preocupaciones acerca de su hijo
Por qué sucede:
Al regresar a la escuela pueden necesitar adaptaciones físicas (tales como moverse con muletas). El estrés y la preocupación a veces pueden hacer que sea más difícil concentrarse en las tareas escolares. Después de una lesión, puede haber cambios (al menos durante un tiempo) en la capacidad de sus hijos de participar en deportes y otras actividades que les gustan.
¿Es esto un problema?:
¿Está preocupado por cómo van a ir las cosas cuando su hijo regrese a la escuela? ¿Tiene problemas su hijo para estar al día las tareas escolares? ¿Está muy angustiado su hijo por no poder hacer deporte u otras actividades a causa de la lesión?
Por qué sucede:
La mayoría de niños que han sufrido lesiones sienten dolor, al menos al principio. El dolor no siempre puede controlarse por completo pero los médicos hacen todo lo posible para tenerlo bajo control lo antes posible.
¿Es esto un problema?:
Su hijo puede decirle que sufre dolor o es posible que vea los efectos del dolor en su comportamiento. El dolor puede hacer más difícil dormir y concentrarse. Puede ser necesario un seguimiento si el dolor de su hijo empeora o si hace que no duerma bien por las noches o interfiere para que preste atención en la escuela.
Por qué sucede:
Muchas veces los cambios de comportamiento son reacciones temporales al estrés relacionado con la lesión y giro brusco en la vida cotidiana, al menos durante un tiempo. Las frustraciones o preocupaciones pueden conducir a comportamientos de enojo o apego. Algunas lesiones en la cabeza también pueden provocar cambios en el comportamiento (asegúrese de preguntar al médico de su hijo acerca de lo que puede esperar).
¿Es esto un problema?:
¿Provocan los cambios de comportamiento que su hijo tenga problemas para relacionarse con la gente o para volver a sus actividades normales? ¿Han durado estos cambios más de una semana?
Rememorar: Revivir lo que pasó
Por qué sucede:
Pensar y hablar sobre lo que pasó, sobre todo en los primeros días y semanas, es parte de la forma en la que nos ayudamos a nosotros mismos a recuperarnos de una experiencia aterradora.
¿Es esto un problema?:
¿Le vienen a la mente pensamientos sobre eso incluso cuando no quiere? ¿Le molesta?
Por qué sucede:
Es normal que los niños tengan pesadillas de vez en cuando.
¿Es esto un problema?:
¿Son peores o más frecuente las pesadillas desde la lesión? ¿Están interfiriendo con conseguir dormir bien?
Por qué sucede:
Cuando algo aterrador sucede, aprendemos a considerar las cosas conectadas a eso como si fueran señales de peligro. Imágenes, sonidos e incluso olores pueden ser recordatorios.
¿Es esto un problema?:
¿Ocurren estos sentimientos casi todos los días? ¿Hacen que a su hijo le sea difícil relajarse y divertirse o concentrarse en una tarea escolar?